¿Qué significa ser masón?
¿Qué me puede aportar?
¿En qué me puedo sentir diferente?

Todo ello depende de cada cual. Algunos dicen que es posible reconocer a un masón por su carácter, su comportamiento en la vida, su espiritualidad. Pero la mayoría de los masones dirán que convertirse en masones les ayuda en su realización personal, a
mejorar moral e intelectualmente, a dotar de un sentido a su vida, a mejorar las relaciones con sus amistades y su familia, a dar sentido a cuestiones que antes les resultaban confusas o difíciles de comprender.

Condiciones para unirse a la masonería

Todas las mujeres y hombres de buena voluntad pueden unirse a nosotros. No hay necesidad de estar muy instruido o ser muy inteligente o tener éxito en los negocios. Basta con tener la mente y el corazón abiertos, el deseo de unirse a un grupo y tener espíritu de equipo. Comprometerse a asistir a todas, o a la mayoría, de las reuniones, y pagar una contribución anual. En todas las reuniones se realiza una colecta con el fin de ayudar a quien lo necesite física o moralmente. Cada cual es libre de aportar lo que considere conveniente.

El acceso a esta sociedad de pensamiento supone en el candidato una curiosidad intelectual en alerta que no esté orientada exclusivamente hacia los temas que la vida profesional le plantea. Por ello, es necesario que el candidato esté dispuesto a emprender búsquedas personales y colectivas y manifieste su gusto por ellas. Que esté dispuesto igualmente a plantear con claridad sus ideas, de manera que nutran la curiosidad y la reflexión de los miembros del grupo.

En el plano personal, este buscador por vocación deberá desplegar las mismas cualidades de curiosidad, de búsqueda de aquello que le concierne personalmente. Manifestará lo que podríamos llamar una actitud hacia la introspección que se traducirá, llegando el caso, en un hábito de introspección. Pero nuestras logias son también sociedades fraternales. La logia es un lugar de aceptación del otro, de escucha afectuosa del otro.

Ingresar a la Francmasonería es, en primera instancia, una prueba de paciencia. Este proceso comprende una serie de filtros y entrevistas necesarias para determinar si una persona es digna de ingresar a la institución. La admisión puede comprender entre uno y seis meses, tiempo en el cual se estudian detenidamente los perfiles de los postulantes.

Quien deseé ingresar a la Francmasonería de LE DROIT HUMAIN deberá reunir los siguientes requisitos básicos:

– Ser una persona libre y de buenas costumbres. Esto es practicar la tolerancia, la laicidad y el respeto a las libertades individuales.

– Tener la mayoría de edad.

– Contar con la formación, la disciplina o la cultura intelectual suficientes para el estudio de las enseñanzas masónicas.

– Disponer del tiempo y voluntad necesarias para asistir a las reuniones y asambleas a las que sea convocado(a) con la debida antelación.

– Tener un trabajo y/o gozar de libertad económica.

– Remitir una carta de motivación manuscrita en letra legible, dirigida de manera impersonal a un Venerable Maestro, por medio de la cual manifiesta su libre deseo de admisión a la Logia que él o ella preside.

-Remitir un Curriculum Vitae en el que se encuentren perfil profesional, datos personales y de contacto, información académica con sus debidos soportes, referencias laborales y personales.