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Preguntas -y mitos- frecuentes sobre la Masonería

En el transcurso de la Historia, la Masonería ha sido blanco de todo tipo de teorías conspirativas que han desembocado en ataques, críticas y persecuciones a miembros visibles de la organización, lo cual motiva que ésta opte por conservar la discreción -o, en algunos países gobernados por regímenes autoritarios, el secretismo- de sus reuniones. Éstas teorías, en su mayoría, rozan con el absurdo, con la irrealidad y, debido a sus narraciones fantasiosas, en muchas ocasiones no merecen un análisis profundo, pues provienen de círculos cuyos comentarios no buscan construir  y debatir un objeto real de conocimiento sino, por el contrario, desean difundir miedo y terror,  o simplemente, compartir historias con fines recreativos.

La Masonería, como escuela de filosofía, tiene por objeto, entre muchos otros, combatir entre sus miembros el fanatismo por medio de la razón. Por este motivo, dar respuesta a las replicas provenientes de orígenes anónimos o de grupos fundamentalistas, podría desembocar en discusiones sin solución que terminarían alimentando aquello que justamente se busca evitar.

¿La Masonería es una religión o una secta?

No, de hecho la Masonería se ubica a otro extremo de estos fenómenos. La Masonería es una organización filosófica adogmática, laica y liberal que agrupa en su seno a hombres y mujeres de muy diversos orígenes. En ella tienen cabida cristianos romanistas y protestantes, judíos, musulmanes, gnósticos, ateos, agnósticos, esotéricos, naturalistas y panteístas, entre otros, entre quienes se respetan sus diferentes creencias y culturas. Las experiencias y profesiones religiosas hacen parte de la esfera privada de las personas. El respeto a la libertad de culto y de conciencia es una premisa fundamental. Es decir, la Masonería no profesa una verdad absolutista, ni rinde culto a un dios.

La Masonería es consciente que tanto los discursos religiosos como políticos mueven profundas pasiones, fibras sensibles de la cultura, por ello, en sus reuniones estos temas no son tocados sino como materias de conocimiento o de cultura general. Sin embargo, los principios de amor fraternal, de solidaridad, de trascendencia, de celebración a la naturaleza, comunes a la mayoría de religiones, son abordados exclusivamente desde el estudio y la práctica de la filosofía. No es una religión, ni una secta, éstas pueden arrebatar la Libertad a las personas. La Masonería no pide, sugiere u obliga a sus miembros que renuncien a sus creencias personales, a sus convicciones privadas, no les impone concepciones que contradigan su propia historia ni sus culturas.

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¿Por qué tienen tanto éxito los embustes? Porque pretenden ofrecer explicaciones de una forma que atrae a quienes sienten que se les ha negado información importante.

Umberto Eco

¿Los Francmasones son Los Illuminatis?

No, los Illuminatis fueron una organización de muy corta duración -sólo 9 años-, fundada en el Siglo XVIII, en Bavaria, Alemania. El Profesor Adam Weishaupt deseaba pertenecer a una Sociedad Secreta, y solicitó su admisión a la Masonería pero, al no estar de acuerdo con su sistema filosófico, decidió renunciar y fundar su propia organización en 1776 con 4 miembros que eran al mismo tiempo sus estudiantes. Originalmente llamada «Perfectibilists», cambia su nombre por «Illuminatis», con lo cual alcanzan algo de fama en la región. Es decir, los Illuminatis eran un una fraternidad conformada por académicos, intelectuales y científicos que se puso rápidamente de moda, pertenecer a ella era algo bien visto entre círculos de universitarios, del mismo modo que estudiantes norteamericanos se afilian a las fraternidades en sus universidades.

Dado que las Sociedades secretas alcanzaron un rápido crecimiento, el duque de Bavaria las prohíbe y los Illuminatis disuelven la organización. Sin embargo, en la década de 1960 los escritores de ficción estadounidenses leen historias sobre esta sociedad y deciden utilizarla para sus narraciones extraordinarias y conspirativas. Es decir, casi todo lo que se ha dicho sobre ellos no es más que producto de ficciones literarias. En resumen, la Masonería y los Illuminatis son absolutamente diferentes. Los Illuminatis ya no existen desde hace siglos y por tanto, no, no controlan el mundo.

¿La Masonería esta conformada por una élite de poderosos y de multimillonarios?

No, personas comunes y corrientes, naturales, diversas y normales como tú o yo integran las Logias. Cualquiera puede solicitar la admisión en una Logia, sin importar su profesión u oficio, origen socioeconómico, cultural, religioso, étnico o su inclinación sexual, siempre que los principios de la organización no esté en contravía de sus principios personales. En las Logias tienen cabida humanistas, abogados, comerciantes, artistas, médicos, panaderos, profesores, zapateros, sastres, conductores de autobús, tatuadores, etcétera.

La Masonería promueve la unión fraternal y la igualdad entre las personas y por ello no excluye o juzga a nadie por cualquier condición, actitud u origen. Como el caso anterior, en el que con frecuencia se confunde a los «Illuminatis» de Bavaria con los Masones, de igual forma se asevera que sólo multimillonarios y poderosos conforman las Logias Masónicas, pero en realidad a ella asisten todo tipo personas gracias al respeto a la diversidad y a las diferencias culturales, cuyo interés es contribuir con el progreso de la Humanidad.

 

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